... "Dr. Gonzo"... Y TRES!!!

Bueno, parece que convocarme por triplicado da resultado... aunque esto signifique ¡ jugar con fuerzas desconocidas para la efímera psique mortal! MUAJAJAJAJAJA, Jaja, ja... ejem.
Perdón por este arranque. Aún tengo ciertas secuelas de estrés postraumático a raíz de una larga temporada secuestrado por mis apuntes. Nada como un suspenso cargado apuntándote entre ceja y ceja para hacerte olvidar todo lo demás. Ya otro día relataré los brutales tormentos a los que mis retinas se vieron sometidas, quemándose y retorciéndose en una indecible agonía ante frases como " La relación (k/alfa sub2) denota una función intrínseca a la tasa de crecimiento menos la incidencia poblacional (beta) caracterizada en las inferencias L-V de..." y así tropecientas páginas.
Pero hoy, por ser hoy, y hablando de relatar, prefiero dejaros un pequeño microrrelato que escribí hace un tiempo. Como siempre, espero que os guste. Y si os desagrada, bueeeno, entonces QUE OS J*D*N A TOD... Perdón, perdón, es mi síndrome de Tourette. Ya se sabe.
LÁGRIMAS AZULES:
Este mundo es gris la mayor parte del tiempo. Por raro que parezca, esa monocromía no es mala en absoluto. Decadente, asfixiante, rutinaria. Sobre todo rutinaria. Pero nunca mala.
¿Colores? Existen cuando el negro tiñe la brisa un instante y el suelo queda salpicado de rojo. Entonces la ciudad llora azul para curarse.
Hoy, el aire volvió a ennegrecerse y el asfalto de una esquina lleva horas manchado y cárdeno. La ciudad solloza por otra víctima y a pesar de la lluvia plomiza ninguna lágrima azul se perderá conforme fluyan hacia esa esquina.
Es bonito verlo así.
Casi hace que ser policía merezca la pena.